Los fracasos en la administración se deben principalmente a la soberbia con se desenvuelven sus ocupantes.
Haciendo una adaptación a lo comentado por Dave Anderson, autor, capacitado y conferencista, existen muchas razones por las cuales los gerentes fracasan. Para algunos las organizaciones crecen más rápido que ellos. Otros no cambian con los tiempos. Algunos toman malas decisiones. Hay quienes mantienen a personas inadecuadas por mucho tiempo ya que no admiten que cometieron un error o que la pérdida de personal se convierta en una imagen negativa de ellos. También existen los que tuvieron un pasado brillante, pero comenzaron a utilizar sus éxitos como una licencia para desarrollar una barrera alrededor de ellos en lugar de seguir arriesgándose a buscar nuevas alturas. No obstante todas estas causas tienen su origen en una causa común: la soberbia. Sencillamente, la soberbia es devastadora... es el orgullo que infla en exceso su valor propio y distorsiona su sentido de la realidad.
Si la envidia surge de un sentido de inferioridad, la soberbia surge de un sentido de superioridad. Crea una arrogancia del éxito, un sentido inflado de valor propio acompañado de una perspectiva distorsionada de la realidad. Esa actitud lleva a la pérdida del deseo de aprender y a una falta de disposición de cambiar. Hace que una persona no quiera cambiar.
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