Con frecuencia las personas nos enseñan cosas cuando no están conscientes de que lo están haciendo. Por ejemplo, si le preguntamos a un padre nos dirá que ha aprendido de sus hijos, incluso cuando eran bebés y no podía decir ninguna palabra.
La única vez que no nos pueden enseñar algo es cuando nosotros no estamos dispuestos a aprender.
Punto importante es que no se trata de que todas las personas que tratamos nos vayan a enseñar algo, sino de que los demás tienen el potencial de enseñarnos algo si nosotros se los permitimos.
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