5. ¿Para qué...?

Aprender, crecer, madurar, cambiar, evolucionar, mejorar, son todos ellos términos que conocemos y con los cuales estamos familiarizados, en particular quienes nos desenvolvemos en áreas de desarrollo humano, profesional y organizacional. Muchos son los que enseñan estos temas y que disfrutan de transmitir estos conceptos. Pero cuando se platica con alguno de ellos o se revisa la literatura actual se encuentra uno con que se está dándole vueltas y manejando las mismas ideas. Y estas ya no alcanzan a satisfacer las grandes y profundas inquietudes que todos los individuos en el mundo tenemos.
Es momento de dar el siguiente paso, de avanzar hacia niveles más elevados, de utilizar nuestro enorme potencial y de abrir las puertas a ese extraordinario ser humano que existe dentro de nosotros.
Y para ello es necesario dejar de preguntarnos "por qué" y comenzar a preguntarnos "para qué". Es dejar de buscar las respuestas en el pasado y comenzar a buscarlas en nuestro avance hacia el futuro. El pasado nos explica dónde y cómo llegamos al ahora; el futuro nos da dirección, sentido y propósito de vida. Es establecer una brújula o un faro guía, fuera de ti y de tu zona de confort, más allá de los límites en los que te desenvuelves, donde están los grandes retos y donde surge tu verdadero ser interior, tus talentos, tus dones, tus capacidades y donde haces que cualquier cosa sea posible de lograr.
Saber "para qué" aprender, crecer, madurar, cambiar, evolucionar y mejorar. Por supuesto que deseamos mejorar nuestras condiciones físicas, materiales, profesionales, económicas y sociales. Pero  todo esto es sólo el medio para lograr cosas mucho mayores a favor de nosotros y de toda la humanidad. Utilizar no sólo el 10% sino el 20, 50  y mucho más de nuestro potencial.
Cuando observo los avances de mis clientes empresarios, directivos, deportistas, jóvenes y parejas experimento la convicción de que en la vida existen razones de otro orden que favorecen el desarrollo, la riqueza integral y avanzar a niveles insospechados.

Te invito a hacerte y responder la pregunta ¿Para que aprender, crecer, madurar, cambiar, evolucionar y mejorar? ¿Hasta dónde quieres llevar tu propia vida?

4. No existen imposibles

Si algún aprendizaje es posible de extraer de nuestras propias vidas es el de que dentro de cada uno de nosotros existen todos los recursos necesarios para avanzar, crecer, superarnos y lograr cualquier cosa que nos propongamos hacer.
Si revisas tu propia historia encontrarás que tú mismo eres una historia de éxito; tal vez antes o tal vez después, pero por lo general has alcanzado todas tus metas. Unas las has logrado más rápido que otras y tal vez algunas, aún las estás trabajando. Pero en el fondo de tu ser, sabes que lo vas a lograr. Tal y como lo dijo en su mensaje Sir Philip Craven en la clausura de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012: "Se ha removido la neblina de lo imposible".
Al observar los resultados de mis clientes en empresas, deportes, estudiantes, parejas, familias, el espacio y en mi propia historia de vida, es que llego a tener la convicción de que "No existen imposibles; sólo existen limitaciones."

¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Qué te limita para hacerlo? ¿Qué vas a hacer?

3. Convicción de mejorar

La gran mayoría de las personas sólo mejoran cuando viven alguna experiencia fuerte que los lleva al punto de decir "hasta aquí". Muchos dicen que el ser humano sólo cambia y se decide a mejorar cuando toca fondo. Pues les tengo una noticia, y es que todo ello es ¡FALSO!  Simplemente ni se nos ha enseñado como ser mejores ni sabemos cómo hacerlo.
La mejoría debe ser voluntaria, consciente y derivada de la decisión de querer llevar una vida digna, tal y como todo ser humano quiere llevarla.
Se avanza partir de la convicción de que si estamos con vida es para mejorar, para superarnos y alcanzar el alto nivel de desarrollo para el cual como seres humanos fuimos creados. No se trata de dinero, poder, posición ni nada parecido. Es desarrollo, superación, capacidad y talento.

¿Para que estás con vida? ¿Cuál es tu convicción?

2. Cambiar uno mismo

El cambio es una constante de la vida. Todo está en cambio permanente. A todos nos gusta avanzar y hacer lo necesario para que sucedan las cosas, siempre y cuando cambien las personas y las cosas a nuestro alrededor. Pero no todos están dispuestos a realizar cambios en sí mismos. Como dijo en alguna ocasión León Tolstoi, "todos piensan cambiar al mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo". 
La clave del auto-desarrollo no está en cambiar a los demás, sino en cambiar uno mismo para bien propio y de los demás.

¿Qué cambio estás realizando en tu vida el día de hoy?